Ni a favor ni en contra, sino todo lo contrario

Yo diría que mi postura es, a favor y en contra, hablo de la pena de muerte, y estoy en contra de la que ejercen las leyes de un gobierno, puesto que la justicia, no es una ciencia exacta, y el margen de error en este tipo de sentencias es muy alto, y los errores, imposibles de reparar.

Ahora bien, de lo que realmente quiero hablar, es de la otra pena de muerte, si, esa que se otorga uno mismo, cuando por causa de alguno de sus actos, tales como: violaciones, maltratos, asesinatos y en algunos casos genocidios, sus conciencias , “mayormente” trastornadas, no les permiten disfrutar de algo que ellos mismos han arrebatado sin ningún derecho, la dignidad de sus victimas, o la vida de estas. Pero por alguna extraña razón, hemos creado una sociedad que malgasta esfuerzo y dinero, en impedir que los culpables de estos daños, se quiten a si mismos la vida, ya sea como pago por el daño causado, o por evitarse su propio sufrimiento.

Existen muchos ejemplos de lo que digo, el último sucedió hace un par de días en la costa de Galicia, donde un tripulante de un buque italiano, mató a su capitán mientras este dormía, después se encerró en un camarote, amenazando con quitarse la vida. El buque, atracó en el puerto de Fisterra, donde hasta 20 agentes del Cuerpo Nacional de Policía “tuvieron que emplearse a fondo” para detener a este hombre antes de que pudiera suicidarse, como ya dije, esfuerzo y dinero, ya que encima, tendremos que darle atención sanitaria, y posteriormente, un alojamiento con pensión completa en alguna cárcel de nuestra geografía.

¿Qué creéis que opinará la familia del capitán del barco cobardemente asesinado?