sábado, 23 de mayo de 2009

Nunca serás profeta en tú tierra..., o quizás sí!

Si es que lo de tal palo, tal astilla, si la astilla es de buena madera, como por ejemplo la utilizada para construir instrumentos musicales, damos de lleno en la historia de mi vida, versión padre-hijo.

Mi padre, músico de profesión, violinista de estudio y multiinstrumentista de dilatada experiencia, desde sus inicios clásicos en la Orquesta Sinfónica de Valladolid, pasando por el folk de la reconocida cantante María Salgado y del canta-autor gallego Xano, todo ello como violinista, para proseguir su carrera pasando de las 4 cuerdas del violín, a las 6 de la guitarra, acompañando y compartiendo escenario con un montón de artistas de renombre del panorama español, así como internaconales del prestigio de Louis Turner, ex The Platters, o participar en Jams Sessions, como la protagonizada por el saxofonista, una leyenda del jazz, Bob Mover.

Su hijo en cambio, como ya sabéis (en parte), se decantaba por lo de las patadas al balón, y posteriormente utilizando las manos para introducir este por un aro, llamado canasta, para despues acabar empuñando una raqueta, que pasó de la madera al aluminio, y del gráfito al carbono. Pero siempre acompañado por un gusto, un respeto, y un amor incondicional por la música, que aunque tardó en brotar como “talento”, y eso que desde muy pequeñito ya aporreaba toda batería que se me ponía a tiro, cosa no demasiado difícil al provenir de una familia de músicos. Pero la que me convenció del todo, fue la guitarra, en todas sus formas y expresiones, española (de caja ancha y estrecha), acústica (la mítica Epiphone) y eléctricas (la Stratocaster de mi padre y mi explosiva Jackson).

En ese momento, apareció la astilla que llevaba dentro, jeje, y no sólo para desarrollar mi corta carrera musical (unos 8 añitos), como compositor e intérprete, emulando y aprendiendo día a día de mi fuente más directa, mi padre, con el que tuve el privilegio de compartir proyecto y escenario.

Un proyecto en forma de grupo con nombre propio, L.L.T.A., en el que fuimos pioneros del Rock&Rap o el Funk&Roll, como así lo define el grupo que nos inspiró en la época de los 90, RHCP. Fui un espejo de lo que hizo mi padre a mediados de los 70, pionero del más puro rock&roll con su grupo QUO VADIS.

Nuestro palmarés, como si se deporte se tratase, Finalistas del 2º Certámen de Imaginarock, actuando en la Sala Sol de Madrid, acompañados por 2 autocares fletados por Cadena 100 con seguidores del grupo, Primer premio en el Concurso Nacional Pop-Rock La Veguilla, y segundo puesto en la final del conocido Certámen Pop-Rock de San Fernado, Cádiz.
Teloneamos a Def Con Dos, con los que mantuvimos una gran relación musical, apareciendo incluso en los créditos de su mejor disco, “Alzheimer”. Compartimos escenario con Vargas Blues Band, Hevia, Cristina del Valle, Las Gatas Negras,…entre otros.

También fuimos participes de una gran iniciativa, que recogía en formato digital lo mejor de la música de los años 90 en Valladolid, en un CD recopilatorio llamado “Tengo una de-cada una” publicado por X-trañas Producciones.
Y para colofón, como deleite a una imagen que bien podría ser, la de mi padre con su nieto (cuando llegue) sentado sobre sus piernas, escuchando la lectura de las azañas musicales de padre y abuelo, impresas en un gran libro (por calidad y volumen), del que tenemos el inmenso honor, de formar parte de la historia contada en sus páginas, una historia que narra la cultura musical de los últimos 25 años de una ciudad, la ciudad que me vió nacer, Valladolid, capital de Castilla y León.

El libro se titula “¿Dónde estabas tú? 1975-2005”, una idea original del compositor Miguel Orrasco, al cual, aprovecho para agradecer desde aquí.

domingo, 3 de mayo de 2009

Reviviendo sueños

Haciendo un repaso por los sueños, logros, y ambiciones que todos hemos tenido desde la infancia hasta que las circunstacias de la vida acaban con ellos, sólo en los casos más privilegiados, estos sueños se alargan para dar forma a personas por todos conocidas, ya sean, deportistas de élite, artistas de éxito, grandes inventores, especialistas de reconocido prestigio, así como los número uno en sus profesiones.

En mi caso, tenía tres deseos por cumplir, como en el cuento. El primero, y del que os voy a hablar hoy, era ser deportista profesional, en mi caso pudo haber sido, como jugador de baloncesto, o como tenista.

Y aunque de más chiquitito quise ser como el “buitre”, mi ídolo de la infancia en el deporte “rey”, que de aquella, era el único deporte que se promocionaba a todos los niveles, por un lado en los medios de comunicación (en esto no hemos avanzado mucho), y por otro lado era el deporte más accesible a todos. Era más sencillo encontrar un campo de fútbol o simplemente crearlo, sólo hacía falta un balón y un par de piedras para señalar las porterías. En cambio, lo de la canasta se complicaba un poco, y las pistas de tenis costaban mucho dinero.

Pese a todo, mi pasión por el basket hizo que rápidamente dejase de dar patadas a un balón, para jugar al baloncesto en todas las categorías de los distintos colegios por los que he pasado, estuve jugando e incluso entrenando hasta bien entrado en los 20, pero mis maltratados tobillos dijeron basta, despues de mi pequeña experiencia por el CAR (Centro de Alto Rendimiento) de Barcelona, hice un largo parón. Hasta que hace algunos años, me convencieron para jugar una liga provincial, que resultó muy bueno, para ver que aún seguía estando en forma, y ademas me sirvió para aguantar otros poquitos años sin basket en las venas.

Pero el pasado día 23, volví a las andadas, jeje, la culpa, la tuvo unas invitaciones que sorteó mi empresa para participar en un clinic llamado Master Basket 2009, con los jugadores del Alta Gestión Fuenlabrada, equipo de la liga ACB, vamos, como la primera división del baloncesto español, eso hizo que limpiase mis antiguas Reebok, me diera un paseo a la gasolinera más cercana para hinchar mi desgastado balón, y pisase por primera vez las canchas que veo todos los días cuando paso con el coche de camino al trabajo.

El evento estuvo genial, conseguí estar muy dignamente a la altura de los participantes, y para finalizar, las fotos de rigor y un cattering espectacular para reponer las energías gastadas.
De izquierda derecha: Antonio Bueno (Pivot), Vuk Radivojevic (Escolta Serbio), Marcos RC (Base, Playmaker, jeje), Saúl Blanco (Alero).