Mientras tanto, aprovecho para recodar que el año pasado por las mismas fechas estuvimos en Italia, más concretamente en Roma, ya que en una semana no dá para visitar muchas ciudades más, al menos si eres de las persona que como a mí, le gusta hacer buceo y no sólo de superficie por los sitios que visita, y es por eso que fué una semana muy intensa, empezando por aterrizar en el aereopuerto equivocado, a lo que se sumó algunas dificultades con el alojamiento, que casi echan al traste todo el viaje.
Pero gracias a la positividad de Susana y un par de buenas Birras Moretti de 66cl. lograron animarme, y hablando de birras, allí existen 2 tipos la pícola de 33cl y la doble, que exactamente es el doble en contenido, y practicamente en tamaño, ya que si la bebes directamente de la botella, como yo acostumbro hacer (a no ser que hablemos de una buena cerveza negra, de trigo, etc, que debe reposar), aquello parecía el botellín de Gulliver, que en mis manos se asemejaba más a una “Litrona”.
Una vez pasado el bache inicial, todo fué sobre ruedas, ruedas de tren, ya que este medio se convirtió en nuestros padres, porque nos indicaba la hora de levantarnos y la hora de regresar a casa, ya que nos alojabamos en un pueblecito a las afueras de Roma. Los días fueron un ir y venir pateando esas calles con tanta historia, viendo lo que nos apetecía y cuando nos apetecía sin condicionarnos por el top ten de los lugares más visitados, y descubriendo zonas que no aparecían en los mapas al uso, que tenían un encanto especial, tanto por el enclave, como por la ausencia de turistas, pudimos ver algo más que la ciudad, a sus habitantes.
He de decir que nos quejamos muchas veces del estado de nuestras ciudades, y en particular de Madrid, pero mi visión al respecto es que, aunque Roma sea todo ella Casco antiguo-histórico, no por ello debe carecer de evolución en forma de una modernidad que aunque sostenida, conviva con esas formas de la arquitectura más ancestral. Y qué decir de la limpieza!, da gusto pasear por nuestras calles después de una semana en Roma, ya que el oficio de barrendero no debe de ser tan antiguo como para incorporarlo a la vida Romana...
1 COMENTARIOS:
El buceo de ciudades resulta muy reconfortante, ya que se aprende mucho y se conoce a la gente como ya has dicho. Yo personalmente no le encuentro mucho gusto al turismo que se hace por arribita.
Esa cervezota da ganas de ir a roma.
Saludos hermano y gracias por la anécdota de tu jersey y la coincidencia, me pareció muy memorable.
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